Antes de irse a ballet, Sidney miró que tuviese todo...
-Si que está todo ... -pensó Sidney.
-¡Pués si!- dijo Sidney- Mientras no estoy, quiero que cuides bien de la abuela, ¿vale?
-No te preocupes, que se cuidar de la abuela, ademá que soy más mayor que tú...- dijo Matt- Por lo tanto soy más consciente...
-Si, seguro (¬¬")...- susurró Sidney.
-¿Qué decias?-preguntó Matt.
-¡Eh! Esto.. nada que ya me voy...- dijo Sidney.
Cuando Sidney salió por la puerta soltó una carcajada...
-¡Qué te he oido!- gritó Matt.
Sidney salió corriendo...
Nada más salir de su casa, escuchó unas voces, concretamente unos lloriqueos...
-¿Qué será eso?- se preguntó Sidney.
Siguió las voces, que la condujeron a un callejón...
-¿Quién anda ahí?- preguntó asustada.
-¡Buaaaaaa, buaaaaa!- se escuchaba- ¡¡¡Buaaaa!!!
Entonces, Sidney vio una cestita de madera, la abrió y... ¡había un bebé!
-¡Ay, mi madre!- exclamó Sidney.
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