Cuando Matt llegó a casa, se llevo una sorpresa al ver que había un bebé sentado en una cuna en el salón.
-¡Sidney, abuela! ¿Qué hace un bebé en el salón?- gritó Matt.
-Pues nada... que me lo encontré en la calle, y de momento va a quedarse a vivir con nosotros...- explicó Sidney.
-A vale...- dijo Matt metiéndose en su habitación como si nada.
... ... ... ... ... ...
-Espera, ¿¡Qué!?- exclamó Matt saliendo de su cuarto.
-Eso... ¡que estaba en la calle!- exclamó Sidney.
-¿Sabes como se llama?- preguntó Matt.
-Mmm... si, se llama Anna, lo sé porque alguien dejó una nota en la cesta donde la encontré- dijo Sidney.
-Pobre niña... ¿quién habrá podido ser tan cruel?- pensó Matt.
-No sé...- contestó Sidney.
-Buu, buu taataa Bu taa...- decía Anna.
-¿Qué querrá?-preguntó Matt.
-¿Comer?-dijo Sidney.
Sidney se fue a la cocina, y allí estuvo preparando una "papilla" para Anna, mezcló todo lo que vio...
-¡A comer!- dijo Sidney dándole la primera cucharada a Anna.
-¡¡Buaaaag!!- dijo Anna escupiéndola.
-... ¿Qué has mezclado?- preguntó Matt.
-Pués no sé... lo que he pillado... arroz, manzana, pescadito y leche...- dijo Sidney dudando.
-¡¡¡Qué asco!!!- exclamó Matt.
-¿Entonces, que hago?- preguntó Sidney.
-Vamos a la farmacia de la esquina y la compramos un potito en condiciones...- dijo Matt.
-¡Es la primera vez que tienes una buena idea!- exclamó Sidney riendo.
-¡Ha,ha!¡Me parto, vamos!- dijo Matt.
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